25 noviembre 2012

Crónicas de Valsorth - Turno 24

TURNO 24 – Veintinueve de enero del año 340, montañas Kehalas.


Bajo un triste cielo invernal, el grupo recorre las laderas nevadas hacia el oeste, siguiendo los desfiladeros que se abren entre las montañas. A medida que se adentran en la parte más profunda de las Kehalas, los riscos y elevaciones se hacen más imponentes, con sus cumbres alzándose por encima de la capa de nubes.
El paladín Fian propone avanzar a ritmo normal, para no demorarse en esta región desolada. De este modo, Olf se encarga de abrir camino, mientras Orun vigila los alrededores y Mirul busca plantas y Fian trata de cazar algo de alimento.
El bárbaro avanza en cabeza por la nieve, buscando entre las simas y laderas el mejor camino a seguir (Prueba de Supervivencia CD 13. Tira un 11, para un total de 22).
Mirul busca plantas de propiedades especiales en los bosquecillos de abetos que salpican las montañas, aunque sin éxito (Prueba de Buscar/Saber naturaleza, CD 25. Tira un 8, +5 por Buscar, por lo que no encuentra nada).
Por su parte, Fian trata de cazar alimento (Prueba de Supervivencia CD 16. Saca un 2) aunque no encuentra ni un solo animal.
Mirul se muestra extrañada por la falta de vida que les rodea. Durante una de las pausas, la elfa se queda mirando las montañas:
- Es extraño este silencio –dice la mujer-. Es como si toda la vida de la región hubiese desaparecido. No se ve ni un ave, ni una ardilla, ni nada… Sólo nosotros y esta nieve que parece eterna.
A pesar del funesto ambiente que les rodea, el grupo sigue la marcha. Orun se mueve alrededor, mirando con desconfianza tanto a su espalda como al camino que se abre ante ellos (Prueba de Atención CD 24. Sacas un 15, para un total de 24).
De pronto, el salvaje descubre una ladera peligrosa, pues la nieve acumulada amenaza con desprenderse. Tras este aviso, el grupo evita pasar por ese camino y se desvía al norte para luego seguir hacia el oeste, y hacia el fuerte humano que es su destino.

Al caer la noche, Olf busca un refugio donde montar el campamento (Prueba de Busca y Supervivencia. Sacas un 10, para un total de 15 (+7, -2 por modificadores del terreno y avance) y encuentra un risco que les ofrece buena protección del viento.
La noche pasa sin incidentes y por la mañana siguen la marcha en un día en que una suave nieve cae de manera constante, sacudida por el gélido viento del norte.

Es ya por la tarde cuando encuentran los restos semienterrados en la nieve de lo que parece el cadáver de un viajero. El cuerpo ha sido totalmente desgarrado y mutilado. Mirul examina el cadáver (Prueba Saber CD 20. Sacas un 13, para un total de 23) y reconoce que las heridas han sido producidas por un lobo o animal salvaje. En concreto parece que se trata de hiallus, una especie de lobos grandes y salvajes. Nada indica quien era el viajero, sólo que tuvo una horrible muerte al cruzar en solitario este paso de las montañas.
Justo en ese momento, se oye un aullido en las montañas, similar al de un lobo, pero mucho más poderoso. Un minuto después, se escucha otro aullido, y luego otro.
- Se acercan –dice Olf.
- Nos están rodeando –asiente Orun.
En este momento, un grupo de figuras aparece corriendo por la nieve de forma desesperada, directos hacia donde están los aventureros. Se trata de cuatro hombres del norte, que se apresuran por la nieve mientras los aullidos resuenan cada vez más cerca. Por su aspecto, de cabellos castaños, barbas y ropas de piel, parece montañeses. Los hombres corren, cuando una decena de hiallus aparece al fondo del paso, en una frenética carrera tras ellos. Al ver a los aventureros, los montañeses corren agotados hacia ellos, mientras gritan pidiendo ayuda.

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